Consecuencias médicas del aborto

EFECTOS SECUNDARIOS FÍSICOS DE LA INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO



1. El índice de muerte materna vinculado al aborto es 2.95 veces más elevado que el de embarazos que llegan al parto en la población de mujeres de Finlandia entre los 15 y los 49 años de edad. Es una investigación realizada en el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud de Finlandia, que concluyó que el embarazo contribuye a la salud de las mujeres (Gissler M, Berg C, Bouvier-Colle MH, Buekens P. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2004, 190:422-427).

2. Las mujeres que se habían practicado abortos tuvieron un índice de mortalidad casi doble a las controles en los siguientes 2 años, persistiendo el índice de muerte incrementado elevado durante por lo menos 8 años. (Reardon DC, Ney PG, Scheuren F, Cougle J, Coleman PK, Strahan TW. Southern Medical Journal 2002, 95:834-41).

3. Aparición de muertes sépticas en las usuarias de la RU-486 debido a que su mecanismo de acción favorece las infecciones por gérmenes especialmente peligrosos. Recientemente publicado por el Dr. R. Miech de la Brown Medical School de Rode Island, EEUU (Miech RP. Ann Pharmacother 2005, 39:1483-8. Review) y por el equipo del Center for Disease Control and Prevention, Atlanta, EEUU (Ficher M et al., New England Journal of Medicine 2005, 353:2352-60).

4. El aborto provocado presenta un riesgo de perforación uterina en hasta un 1,2% de los casos. Se trata de una revisión realizada el estudio por el Departamento de Ginecología y Obstetricia y Biología de la Reproducción de la Universidad de Paris (Camus E, Nisand I. Rev Prat. 1995, 45:2361-9).

5. El aborto provocado puede producir trombosis de la vena ovárica con presentación atípica. Se trata de un estudio del Washington University/Barnes- Jewish Hospital, en St. Louis, Missouri, EEUU (Sreenarasimhaiah S, McAlister R. Obstet Gynecol. 2000, 96:828-30).

6. El aborto provocado o espontáneo no se considera factor causal directo del cáncer de mama según los mejores estudios hasta la fecha, pero está claro que la decisión de retrasar el embarazo tiene consecuentemente una pérdida de la protección que aporta éste, con un riesgo neto que se demuestra que está aumentado, investigación de la University of North Carolina, EEUU (Beral V et al., Lancet 2004, 363:1007; Thorp JM Jr, Hartmann KE, Shadigian E. Obstet Gynecol Surv 2003, 58:67-79. Review).

7. En España, Sánchez Durán en un estudio de revisión español publicado en la revista JANO en el 2000 (número 1349) resume las principales complicaciones de

Revisión actualizada a fecha de octubre de 2008 por el Comité Científico de la Asociación de
Víctimas del Aborto (AVA), desde la Base de Datos de publicaciones médicas PubMed - Medline las que hay que informar a las mujeres en la interrupción voluntaria del embarazo de primer trimestre. Las complicaciones inmediatas son desgarros cervicales, perforación uterina, sangrado y persistencia de restos del embrión dentro del útero. Las complicaciones tardías son las adherencias o sinequias uterinas, las cicatrices e incompetencia cervical, que producen parto prematuro y riego de pérdida aumentada del siguiente hijo.

8. El aborto provocado por aspiración produce un riesgo aumentado de pérdida del hijo en el siguiente embarazo, resultados de Shangai Institute of Planned Parenthood Research, China (Sun Y, Che Y, Gao E, Olsen J, Zhou W. International Journal of Epidemiology 2003, 32:449-54).

9. Tras un aborto provocado (curetaje), el riesgo de placenta previa en el siguiente embarazo y parto prematuro, con posible aborto espontáneo, se presentó en 3 mujeres con historia de aborto provocado frente a 1 que no había abortado (OR 2,9; 95% IC 1,0-8,5), resultados del Fred Hutchinson Cancer Research Center, Division of Public Health Sciences, Seattle, WA, EEUU (Johnson LG, Mueller BA, Daling JR. International Journal Gynaecol Obstet. 2003, 81:191-8). Esto se había probado ya anteriormente en un estudio de la Universidad de Medicina de New Yersey con un OR de 1,7 (95% IC 1,0-2,9) (Ananth CV, Smulian JC, Vintzileos AM. American Journal J Obstet Gynecol. 1997, 177:1071-1078).

10. Las mujeres con antecedente de aborto provocado tuvieron un riesgo mayor de presentar un recién nacido prematuro. Entre otras publicaciones, hay una danesa con más de 15.000 mujeres en el estudio que lo demuestra (OR 1,9; 95% IC 1,6-2,3) (Zhou W, Sørensen HT, Olsen J. Internacional Journal of Epidemiology 2000, 29:100-106). Existe además una revisión realizada por investigadores de Canadá y Chicago que muestra graves incrementos de riesgo de un recién nacido altamente prematuro tras un aborto provocado por aspiración frente a controles (OR desde 1,99 y mayores), suponiendo este hecho un alto coste para los servicios de sanidad (Rooney B, Calhoun B. Journal of American Physicians and Surgeons 2003, 2; Calhoun BC, Shadigian E, Rooney B. J Reprod Med. 2007, 52:929-37). Una reciente publicación alemana reitera este hallazgo (Voigt M, Olbertz D, Fusch C, Krafczyk D, Briese V, Schneider KT. Z Geburtshilfe Neonatol 2008, 212: 5-12). El EPIPAGE Group en este sentido ha señalado que las mujeres con antecedente de aborto provocado tuvieron un riesgo mayor de presentar un recién nacido altamente prematuro que aquéllas sin este antecedente (OR + 1,5; 95% IC 1,1-2,0) (Moreau C et al. EPIPAGE Group. Bjog. 2005, 112:430-437).

11. En un estudio poblacional de casi 27.000 nacimientos en Finlandia del Kuopio University Hospital, las madres con antecedentes de abortos provocados se asociaron con numerosos factores de riesgo para la maternidad, en concreto, desempleo, estado civil soltera, bajo nivel educacional, consumo de tabaco y alcohol, sobrepeso y enfermedades crónicas. Los hijos fueron más frecuentemente prematuros (OR 1,19; 95% IC 1,01–1,41) en mujeres con un aborto provocado previo (7,3% versus 6,2%) y fueron de bajo peso (OR 1,54; 95% IC 1,02–2,32) en mujeres con dos o más abortos provocados (7,0% versus 4,7%) (Raatikainen K, Heiskanen N, Heinonen S. Annals of Epidemiology 2006,16:587-92).

12. Un aborto previo, provocado o espontáneo, se ha demostrado que no protege frente a la preeclampsia y la hipertensión gestacional en el siguiente embarazo; sin embargo, un nacimiento a término previo sí que protege frente a estas graves situaciones clínicas en el siguiente embarazo a la mujer (OR 0,41; 95% CI 0,38-0,44). Es un estudio cohorte del Dr. Xiong y colegas de la Universidad de Montreal, Québec, Canadá, en colaboración con la Universidad de Tulane, New Orleans, EEUU (Xiong X, Fraser WD, Demianczuk NN. Journal of Reproductive Medicine 2004, 11:899-907).

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